Seguro que todos tenemos muchos adjetivos para este año 2020 que estamos a punto de despedir, un año atípico, raro, extraño, retador…..un año que nos ha puesto a prueba para ver cómo estamos a un nivel interno, cómo anda el equilibrio de nuestras cuatro dimensiones como seres humanos.
Un año, cuanto menos, de aprendizaje y mucho crecimiento interior. Se nos ha dado el tiempo y el espacio para mirar hacia dentro, conocernos, tener claridad en lo que queremos en nuestras vidas, enfrentado nuestros miedos y dificultades para salir victoriosos y con una nueva visión del mundo.
En nuestra familia tenemos una tradición el día de Reyes y es que cada uno tiene que definir con una palabra el año que ya se fue y con otra palabra lo que espera del año que llega. Sin duda, mi palabra del año 2020 se ha cumplido: CRECIMIENTO.
Poco imaginaba a principios de año cómo iba a ser ese crecimiento o de qué manera se iba a manifestar y tengo que decir que se ha superado con creces!! Al escribir estas líneas me acuerdo de las palabras de Ana Frank en el mural de su casa-museo en Amsterdam: “Quiero ser escritora y que mis libros se traduzcan a muchas lenguas”. Lo consiguió! aunque estoy segura que la forma en la que se manifestó su sueño, no era el que ella pensaba……Llegó a ser una escritora reconocida y mundialmente famosa aunque ella nunca lo supo…..
Doy gracias por el crecimiento interior en este año diferente, sí bien el tema económico y laboral ha estado complicado en mi caso, tengo que reconocer que todas las cosas que he aprendido, las creencias limitantes que he soltado, la comprensión superior (insights) que he tenido, las revelaciones, visiones, los miedos enfrentados, los patrones de pensamiento desechados, etc….me han hecho crecer y mucho, alcanzando una nueva visión del mundo. Estoy profundamente agradecida por todo ello!!
Y sí me pongo a hacer una lista de todo lo aprendido o lo que este año 2020 me ha enseñado (me refiero a un nivel consciente, integrando mente, corazón y espíritu) lo resumo aquí:
- No existe el poder absoluto, ni el bien ni el mal, ni lo correcto ni incorrecto, todo depende de la conciencia con la que hagamos las cosas. A mayor conciencia nuestras decisiones beneficiarán a un mayor número de gente.
- No debemos juzgar a nadie. No sabemos por lo que está pasando cada persona y puede que más adelante eso te suceda a ti.
- No es lo que das, ni lo que recibes, se trata más bien desde dónde das o recibes lo que haces en tu vida, desde el miedo (Ego-carencia) o desde el amor (Ser-abundancia).
- Soy suficiente, no necesito demostrar nada a nadie. Me quiero y me acepto tal como soy y trabajo mis áreas de mejora para alcanzar mi mejor versión.
- Cada reto que la vida me presenta, me está dando la oportunidad de dar un salto evolutivo, me dice que estoy preparada, que no tenga miedo y vaya a por ello.
- En cualquier circunstancia, estoy en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto para mi crecimiento interior.
- Mi angustia o mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy en contra de mis propias verdades.
- Acepto, desde la comprensión, todo lo que sucede ya que contribuye a mi crecimiento.
- No debo tratar de forzar alguna situación o persona sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, incluso yo misma.
- Tengo amor propio y he empezado a liberarme de todo aquello que no es saludable para mí, ya sean personas, situaciones, pensamientos, hábitos, cosas que me restan energía.
- Disfruto del momento presente de una forma consciente, saboreando cada momento, sin esperar nada, sólo estando en ese momento. Hago lo que me gusta cuando quiero y a mi propio ritmo. No existe el pasado ni el futuro.
- Conectar desde el corazón con otro ser humano es un regalo maravilloso.
- Controlo mis pensamientos y vivo en armonía con el corazón.
- La preocupación no resuelve, la acción sí.
- La paciencia es entender que todo tiene su momento en la vida y llegará cuando tiene que llegar.
- He aprendido a jugar al Backgamon (a la egipcia) 🙂
- Las películas y las series son unos vehículos estupendos para el crecimiento personal, provocan “clicks” en nuestra mente y nos ayudan a sentir y escuchar nuestro corazón.
Ha sido un año intenso, diferente que nos ha puesto en el espejo frente a nosotros mismos (año gemelo) para vernos bien, para descubrirnos, para soltar el lastre que ya no necesitamos y relacionarnos desde espacios más sanos, libres y amorosos.
No sé cómo has vivido tú este año, espero que te haya ayudado a crecer, a conocerte mejor a ti mismo, a tener claridad para saber lo qué quieres en tu vida, en definitiva, a ser tu mejor versión mejorada para ofrecerla al mundo.
“El cambio es siempre el resultado final de todo verdadero aprendizaje”. Leo Buscaglia.
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