Cuando eres pequeño, los adultos que te rodean siempre te hacen esta pregunta ¿Qué quieres ser de mayor? Recuerdo que casi siempre mi respuesta era médico, quiero salvar vidas!!. Un propósito muy loable que poco a poco se diluyó porque realmente no había conectado con lo que realmente me emocionaba o con lo que creí me iba a divertir. Ahora hago esa misma pregunta a mi sobrino de 6 años y me mira muy fijamente a los ojos y me responde: cantante!! Me encanta, me emociona y me divierte!!
A veces, hay vocaciones muy claras y definidas que se manifiestan a muy temprana edad, como por ejemplo Mozart, que con 4 años era capaz de componer óperas y sinfonías completas, pero la mayoría de las veces, no sabemos escucharnos y aprender a ver cuál es nuestro talento, cuál es nuestra vocación.
Eso me pasó a mí, que no tenía claro realmente lo que me emocionaba de verdad porque me atraían muchas cosas, entre ellas la escritura, que empecé a desarrollar en el colegio, escribiendo obras de teatro que después representábamos con grandes aplausos por parte de todas las alumnas.
Después emprendí el camino de la Biología, quizás porque era lo más parecido a aquel sueño que tenía de ser médico, aunque con cierta desgana y apatía porque no era lo que realmente me apasionaba.
Y para mi sorpresa, acabo trabajando en el mundo del Turismo, que cubría otra de las cosas que más me gustan en esta vida, que es viajar. Viajar te abre la mente y te ayuda a crecer al relacionarte con gente de otros países y culturas, es un verdadero regalo, aprendes a mirar con otros ojos, te vuelves más tolerante y flexible.
Y después de 20 años trabajando en el mundo del Turismo, algo dentro de mí empezó a sentir que un ciclo, una etapa estaba terminando y que ahora tocaba hacer otra cosa. Desde pequeña, siempre me había hecho preguntas acerca del Universo, de lo que es, de lo que no es, de por qué y para qué estamos aquí….Y después de un trabajo de desarrollo personal intenso y de conocerme en mis necesidades, valores, habilidades, creencias y descubrir quién soy en realidad, decidí que eso era lo que quería hacer, ayudar a otros a encontrar su vocación, a liberar su potencial y a alcanzar la mejor versión de sí mismos. Y después de una intensa formación en Coaching, Inteligencia Emocional, Reprogramación de Creencias, Train the Trainers, PNL y otras disciplinas como el Reiki o la energía Shamballa, hoy estoy totalmente dedicada a mi principal vocación, que tardé en descubrir.
Porque ante todo creo en el ser humano y te das cuenta que debajo de las diferentes culturas, razas y procedencia, somos todos lo mismo, indistintamente del color, las ideas y las creencias: todos necesitamos reír, compartir, amar, tememos a las mismas cosas; todos necesitamos afecto. Ante todo somos personas, por encima de ideologías, juicios y etiquetas.
Y las personas necesitamos compartir, amar y sentirnos amados. Y que, por encima de todo, en nuestro camino está la actitud de servicio y la contribución a otros, y por eso las dos necesidades humanas más grandes que quiero seguir trabajando en esta vida, son el crecimiento y la contribución.
El proceso ha sido largo, unas veces más duro y otras más suave pero doy gracias por el camino recorrido porque me ha permitido conocerme y descubrirme y lo que he encontrado me gusta, me acepto y me quiero tal y como soy, hoy no cambiaría nada de lo que soy, estoy en el camino de alcanzar la mejor versión de mí misma para regalármelo a mí y a los que me rodean.
Hoy me siento feliz por el camino recorrido y cuando me miro en el espejo no reconozco a aquella muchacha tímida, que se esforzó mucho por hacerse invisible, para que nada la tocara. Hoy, veo a una mujer valiente, que cada día está dispuesta a seguir rompiendo limites para seguir creciendo y llegar hasta el infinito y más allá…..porque, realmente, no tenemos límites, el único obstáculo somos nosotros mismos…
No comments