La incertidumbre que no cesa también afecta a la posibilidad de conocer qué perfiles profesionales son los más demandados y cotizados. Esta es hoy una pista fundamental para acoplar nuestra formación y experiencia a la empleabilidad requerida.
La incertidumbre que preside casi todo pone de relieve la necesidad de mantener nuestra empleabilidad, y hace necesario convencer a los reclutadores de que somos diferentes y de que aportamos verdadero valor en comparación con el resto de candidatos. Esto cada vez será más difícil, porque los procesos de selección tendrán una exigencia cada vez mayor.
¿De qué manera influirá que en 2050 la media de edad de los europeos sea de 52 años frente a los 37 actuales? ¿Qué supondrá en todo el mundo la irrupción de los países emergentes? En 2033, el 66% de la población activa pertenecerá a la generación millennial, con sus valores, talentos, ideales y pretensiones ¿de qué manera afectará esto a otras generaciones? Por no hablar del futuro incierto del 70% de las profesiones existentes, y de un 20% de los empleos actuales que serán sustituidos por la robótica e inteligencia artificial próximamente.
Y sí añadimos que el 85% de los empleos que tendrá éxito en 2030 no existen en la actualidad, esto lleva a pensar que los cambios a los que nos enfrentamos en los próximos meses en lo que se refiere a acceder a una profesión de éxito son muy difíciles de adivinar.
Lo que sí es claro es que para transitar estos nuevos tiempos en cuanto al desarrollo de nuestro trabajo, necesitaremos ser personas:
- Resilientes
- Empáticos
- Compasivos
- Equilibrados (Ser-Hacer-Tener)
- Con un alto nivel de conciencia
- Proactivos
- Curiosos
- Creativos
- Innovadores
- Resolutivos
- Colaboradores
- Con alto nivel tecnológico
- Apasionados por lo que hacemos
Las profesiones que se van a ir demandando exigen individuos que se conozcan en profundidad a sí mismos, que hayan trascendido sus miedos, que estén dispuestos a trabajar en proyectos por tiempo limitado y con cualquier empresa en el mundo, gracias a sus conocimientos y la facilidad que nos da el mundo tecnológico al poder trabajar desde un ordenador y en cualquier sitio que te encuentres.
Perfiles que tendrán una alta demanda serán:
1.- Knowmads.- Nómadas del conocimiento. Reúne todas las condiciones para trabajar con las exigencias que piden los nuevos tiempos y que por lo tanto también serán los que requieran las empresas.
¿Qué habilidades muestra?
- No tiene una edad
- No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer
- Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
- Está alfabetizado digitalmente.
- Transforma la información en conocimiento y la comparte.
- Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
- Utiliza la información abierta y libremente.
- No entiende de fronteras.
- Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
- Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
- Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
- No le asusta la experimentación ni el fracaso.
- Es responsable de sí mismo.
2.-Silver Surfers, talento sénior. Son los profesionales Knowmads que ya apuntan canas y que han decidido de forma proactiva tomar las riendas de su futuro profesional asumiendo que el trabajo es constante evolución, y que deben, además, hacer frente a una longevidad activa. Rondan los 40, 50 y 60 años, y se encuentran en una etapa vital de transición marcada por una inquietud enfocada a la autorrealización personal y profesional.
¿Qué habilidades muestra?
- Agilidad Mental, relacional, de aprendizaje.
- Mentalidad de emprendimiento.
- Habilidades de comunicación (como expresión oral y escrita).
- Habilidades como el pensamiento crítico y el aprendizaje activo.
- Habilidades sociales como perceptibilidad social y enseñanza.
- Creatividad y habilidades para la solución de problemas complejos.
- Destreza digital y capacidad de resetear lo aprendido para integrar nuevos pensamientos, ideas o maneras de hacer.
En definitiva, El siglo XXI es el de la redistribución del trabajo: adaptación al nuevo ecosistema, alargamiento de la edad laboral, movilidad, flexibilidad en los contratos, en los horarios y en los espacios de trabajo, aprendizaje non stop, replanteamiento de la estructura interna de la empresa, en la forma de comunicarnos, de relacionarnos y de aportar nuestro valor en capital humano.
«Si tengo la mente abierta al aprendizaje mi autoestima y capacidad de hacer frente al error son más elásticas». Stephen R. Covey.
No comments